miércoles, 11 de julio de 2012

El Gobierno huía del fuego mientras l@s ciudadan@s luchaban contra él


Durante el último fin de semana de junio las llamas calcinaban decenas de miles de hectáreas en las provincias de Castellón, Valencia, Murcia y Albacete, sin que nadie del Gobierno se dignara a aparecer para dar respuestas y para colocarse al frente de la crisis.
Eso sí, ir a Sevilla a un acto de partido y asistir a un partido de fútbol fueron las prioridades de Presidente del Gobierno.
Todo han sido evasivas, silencios y agendas con prioridades más que dudosas dada la situación de emergencia que se vivió. No fue hasta el lunes cuando apareció un miembro del Gobierno por las zonas afectadas.
El Gobierno no ha estado a la altura de los ciudadanos. Se han quemado más de 50.000 hectáreas. Si se hubieran hecho previamente las labores de prevención, sin duda el fuego no se hubiera propagado tan rápidamente.
El Gobierno de Rajoy anunció la derogación de la Ley de Desarrollo Sostenible del Medio rural y la ha dejado ya sin efecto, en la práctica, al eliminar este año la partida presupuestaria destinada a su aplicación.
En Enero el Gobierno del PP en la CV suprimió en la práctica el Art. 50 de la Ley de Montes, aprobada por el Gobierno del PSOE, que prohíbe la recalificación de suelos afectados por incendios en un período de 30 años. Esto supone no especular en el territorio.
Mantener una política estructural en el mundo rural, sostenida en el tiempo, destina a fijar la población, la actividad y el empleo en los espacios naturales, facilitando entre otros los sistemas de gestión forestal, es lo que debería hacerse. Porque éstas son las herramientas más eficaces de prevención de incendios.
El Grupo Parlamentario Socialista (GPS) en el Congreso de los Diputados registramos la semana pasada la solicitud de comparecencia del ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, para que informe “de la actuación de coordinación y refuerzo  del Gobierno en relación con los incendios declarados recientemente y de las ayudas que tiene previsto implementar para los ayuntamientos y las zonas afectadas como consecuencia de los mismos. Qué cuantías se van a destinar? Qué políticas de reforestación se van a desarrollar? Habrá ayudas para ganaderos y agricultores?
Prevenir es curar, pero para los actuales dirigentes de los que depende es evidente que los árboles no votan. Los ahorros en prevención acaban saliendo muy caros.


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